Compañeros y amigos, una sola frase de una amiga, y unas circunstancias entre diciembre y enero pasados, fueron el origen del poema que les comparto.
Aire
Llegaste
sutil
brisa
leve
con
el aroma de tus ojos
y el
perfume de tu sonrisa
suave
viento de amistad
que
atrae / que invita
fresco
/ alegre / ligero
sopló
en mi corazón
y a
veces duele
mudable
como el tiempo:
ora
céfiro gentil
que
cautiva y enamora
ora acre
vendaval
que
golpea y azota
el
rostro amigo
y
casi lo derriba
ya
pasa la tormenta
brilla
el sol de amistad
sigues
siendo aire:
aún
perfuman tus ojos
y aún
aspiro tu sonrisa.
Héctor Garrido
Confío en que uno de estos días lo leerán, quizá el Trompo chillador.
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