Probablemente todos en México hemos escuchado expresiones como: “Lo traen como trompo chillador” o “ando como trompo chillador”, para dar a entender que alguien es o anda muy movido, al grado de que se podría decir que lo traen dando vueltas como loco.
Pero el sentido completo de la frase, parece estarse perdiendo de manera paralela a como se está perdiendo el uso del juguete mexicano a que alude. Me refiero a los trompos, en particular a los hechos de madera.
Hace unos días vi unos trompos en un puesto de una exposición de artesanías del estado de Oaxaca, en la Plaza de las Estrellas. Había de color natural con algunas rayas negras o café oscuro y otros estaban hermosamente decorados con bandas de color azul, rojo, verde y amarillo. Le pregunté al vendedor acerca de los trompos chilladores y me explicó que no se venden como tales, sino que hay que arreglarlos para que sean chilladores.
Me dijo que con una herramienta llamada escoplo, se le hace un agujero en la parte más ancha y luego se va ahuecando a través de la perforación hasta dejarlo casi vacío, y con eso (sabiendo cómo hacerlo), se convierte en un trompo chillador. De manera que al arrojarlo, el juguete chifla y chifla fuerte, y de ahí la famosa frase.
Parece lógico suponer que si no se hace girar con suficiente velocidad, silbará poco tiempo y con poco volumen, por lo que hay que arrojarlo con fuerza para que su rapidez lo haga chillar fuerte y que dure silbando.
Para terminar, yo creo que nuestros queridos compañeros de El trompo chillador (Vane, Juanjo y Nidia), que son tan entusiastas para organizar reuniones y festejos, adoptaron ese nombre porque giran y bailan llenos de energía, con tal de contagiarnos, ya sea su interés o su alegría (según las circunstancias), por compartir los momentos más significativos de nuestro querido Taller de creatividad literaria. A ellos dedico este trozo cultural, con gratitud y sincero reconocimiento.
Héctor: La energía que nos mueve siempre ha sido inducida por la dedicación y entrega por parte de Ustedes todo el Taller, que han hecho de la acción de escribir, un ritual que llega a sacralizar la cultura.
ResponderEliminarHéctor:
ResponderEliminarPublicamente gracias por este detalle ytan lindo de reconocernos de manera personal y en este nuestro espacio de Letroleum.
Mil gracias y a seguir chillando.
Vanessa Gtz
Brutal informacion
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